miércoles, 14 de enero de 2009

MUCHOS SOMOS POCOS

Yo creo, como la mayoría, que ser Policía es una vocación, aunque para algunos sea sólo un buen trabajo y más con los tiempos que corren. No es un trabajo fácil y poco a poco te enfrentas a sinsabores que en muchas ocasiones te hacen flaquear, en estos momentos sólo te queda la familia, los amigos y los buenos compañeros. En uno de esos malos momentos un compañero te inicia en una aventura que tú no estas convencido de poder llevar a cabo aunque finalmente la aceptas diciendo “vale pero no te garantizo nada” éstas desganado, sin animo, pensando en que jaleo te vas a meter de niños, profesores, colegios, jefes…. Sin embargo a los dos días estas pidiendo para “tus niños de Educación Vial” hasta en los Bares.

Entonces es cuando te das cuenta de que has empezado algo que sin quererlo te llena y que no sabes bien ni como vas a enfocar, así que empiezas a asistir a los escasos cursos de formación en la materia, cursos en los que conoces a algunos compañeros que en la mayoría de los casos comenzaron como tú lo has hecho, pero hace algún tiempo, así que empiezas a pedir consejo a estos buenos compañeros. Todos ayudan sin dudarlo y te sorprende la cantidad de gente, no solo Policías, que lleva ya mucho tiempo dedicando tiempo y recursos a este fin tan bonito y a la par tan necesario.

En un breve periodo de tiempo te encuentras imbuido en una corriente de personas que piensan que se debe hacer algo más, un poquito más, que te enseñan y acogen como si fueras alguien de los suyos desde siempre. Parece como si tuviesen un lema, que siguiendo el de la ultima campaña de Trafico “Menos siguen siendo muchos” hubiesen transformado en uno que yo creo muy apropiado para la que ahora es “nuestra causa” que es “MUCHOS SOMOS POCOS”



El ambiente de trabajo hace que te sientas ya como uno de ellos, con ánimo para enfocar tu nuevo proyecto con nuevas ideas y formas de trasmitir tus experiencias no tratando de enseñar lo que hay que pensar si no con el objetivo de enseñar a pensar, para no perder la esperanza de que el sueño, que parece nuestro objetivo final, se convierta lo antes posible en una realidad.

Tengo la impresión de que en la gran labor en la que nos hemos embarcado debemos contagiar nuestra ilusión, por difícil que parezca, a todos los colectivos a nuestro alcance para así implicarlos de una manera definitiva; Padres, Profesores, Administración, sin olvidar a cada uno individualmente como persona, demostrando que todos podemos aportar nuestro granito de arena y el que tenga un caldero que lo traiga también, ya que “MUCHOS SOMOS POCOS”. Por que por encima de los niños debemos, en mi opinión, de tratar a una sociedad en la que cada uno somos una pata del milpiés de la Seguridad Vial.

Wenceslao Díaz González. APEMEV CANTABRIA.