Permitirme que os reproduzca una conversación que tuve esta mañana con Rodolfo:
- (Rodolfo) "No te lo vas a creer, ayer el padre de una niña que participó en una charla de educación vial me regaló una caja de bombones"
- (Julio) "Bueno, tampoco habrá sido la primera vez ¿no?, llevas mucho tiempo colaborando con centros educativos, ayuntamientos, asociaciones...
- (Rodolfo) "Si, es verdad, pero suelen ser esas entidades las que tienen esos detalles. No me había ocurrido nunca con el padre de un escolar"
- (Julio) "Venga, sorpréndeme, cuéntame qué hicistes ese día en el taller"
- (Rodolfo) "Les dije a los niños y niñas que son fundamentales en la educación vial de sus familias, que sus papás, sus mamás y sus abuelitos a veces se despistan o no se dan cuenta y ponen sus vidas en peligro al ir circulando en el coche. Empezé preguntándoles si alguna vez se habían asustado circulando en el coche de sus familiares. Salió un poco de todo, uno niño relató haberse asustado mucho cuando el coche había dado un frenazo brusco, otro nos contó que habían tenido un accidente porque el abuelo se despistó hablando con él y que pasó mucho miedo, otro nos contó que se asustaba mucho cuando iban muy deprisa..."
Fuente: blog.pepecar.com
- (Julio) "Al grano Rodolf, cuéntame la actividad."
- (Rodolfo) "Preparé tarjetas con cartulinas rojas y verdes y entregué un juego a cada escolar. Les recordé que en sus manos estaba recordar a las personas que quieren los errores que cometen cuando están conduciendo, para que pudiesen modificar su comportamiento y circular de una forma más segura. Así cuando la persona que lleva el vehículo cometiese alguna imprudencia deberían sacarle una tarjeta roja y si hacían las cosas bien deberían felicitarla con una tarjeta verde."
- (Julio) "Cuéntame, ¿cómo fue la experiencia del padre que vino a verte?"
- (Rodolfo) "Al parcer se subió al coche con un amigo y olvidó ponerse el cinturón. Su hijo se dirigió muy serio a él para sacarle una tarjeta roja. Al principio se quedó muy sorprendido, era su hijo el que velaba por su seguridad y no al revés, pero la medida funcionó y, tanto él como su amigo se pusieron el cinturón. Desde entonces siguen jugando con las tarjetas aunque últimamente todas las que saca su hijo son de color verde."
- (Julio) "¡Qué bien!, habrá que promover la idea"
- (Rodolfo) "Lo mejor es que estaba agradecido no sólo de que a través de algo tan sencillo hubiese mejorado la seguridad en el coche de toda la familia, también de que de esa forma podía ir hablando con su hijo de muchos aspectos relacionados con la seguridad vial".
- (Julio) "Rodolf, eres un monstruo. Esto... ¿cuándo has dicho que te vas a comer esa caja de bombones?. Ja, ja. ja..."
