martes, 23 de diciembre de 2008

APRENDER O MORIR, ESE ES EL DILEMA.

Finaliza el año 2008 y con él, una vez más, nos llega una cifra de víctimas en nuestras carreteras, que sirve de discusión en todos los medios de comunicación y llena de números las estadísticas de las diferentes administraciones; preguntándonos ¿donde está el problema? ¿En la falta de educación vial, falta de seguridad en los vehículos o por el contrario las infraestructuras viales no son las adecuadas?
A mi entender, como antes, como siempre, el factor humano está en la mayoría de los casos detrás de los accidentes de tráfico. Haciéndome esta reflexión se me antoja preguntar, todos nacemos libres, pero… ¿eso nos da derecho a hacer lo que nos venga en gana?
Vamos por partes y siempre en referencia a la educación vial, no sé muy bien ni cuándo ni cómo ni que tendrá que ocurrir para verificar un cambio de actitud en la sociedad y en esta cultura en que la vida es lo más barato, lo descartable y lo que menos debe ser cuidado. Quizá muchos estimen sus pertenencias como muy valiosas pero no advierten que lo más valioso es la vida.
Y voy más lejos, ante la muerte de tantas personas cuantas familias, amigo/as, conocidos quedan también afectados por un accidente de tráfico, repito, ¿por donde comenzaremos a cambiar? De que vale el esfuerzo de quienes ponen en práctica costosos planes de educación vial y de quienes los ejecutan, profesionales, docentes etc. Si todos estos esfuerzos no encuentran eco en personas, familias, gobernantes…
La familia es hoy, y si no lo es debería volver a serlo, la encargada de inculcar esos valores y esa educación, que luego con el paso del tiempo dote a las nuevas generaciones de comportamientos saludables, de respeto hacia los demás y hacia las normas de convivencia y de cuanto podamos imaginar para construir un mundo mejor donde las personas aprendan desde la infancia que todos somos sujetos y no objetos, y que de nosotro/as depende reducir esa escandalosa cifra de personas que pierden la vida cada año en nuestras carreteras.
Ojala seamos capaces de hacer realidad el objetivo de disminuir a 0 las víctimas en nuestras carreteras y de erradicar de nuestro vocabulario esa frase fatídica, A MI NO ME VA A PASAR, porque esto es lo peor que nos puede pasar. A todos en un momento determinado nos puede suceder un accidente, a todos nos puede sorprender una desgracia a la vuelta de la esquina; el accidente esta siempre latente, pero debemos poner de nuestra parte todos los medios para evitar que suceda, evitar una mala maniobra, una discusión que nos haga perder la racionalidad, el afán de competición al volante, pensar que soy el/la mejor conductor/a y poseo el vehículo más potente etc.
No todas las soluciones están en nuestras manos, pero algunas si, para empezar, si somos padres/madres debemos educar en la responsabilidad, cuidar a nuestros hijos e hijas adolescentes sin tener vergüenza de ser tildados de sobreprotectores, enseñarles a cuidarse y a quererse en todos los órdenes de la vida y así cuando llegue el momento de conducir un vehículo a motor pondrán en práctica todas las enseñanzas y advertencias, obedecerán las señales de tráfico y sobre todo serán capaces en cada momento de tomar la decisión más adecuada.

Alberto Sal Cabo. APEMEV CANTABRIA
23 de diciembre de 2008

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Aberto
En mi opinión has presentado el tema de las consecuencias de los siniestros del tráfico de una forma directa y acertada, pues en primer lugar todo/as pensamos que los accidentes sólo les ocurren a los demás, y en segundo lugar todos nos pasamos la responsabilidad a la hora de tomar decisiones.
Un saludo.
Julio

Anónimo dijo...

Claro Alberto, tan real como la vida misma. Las consecuencias de las educaciones en la Educación Vial, son los accidentes.
Dentro de la escala de valores de los/as jóvenes de ahora (siguen siendo unos pocos, aunque hagan mucho ruido) no está regulado lo del respeto a las normas, a los demás, a la familia.
Con gente como tú, seguro que nos aproximamos a las cifras que queremos, 0 muertes por accidente de tráfico, gracias amigo.Alex