domingo, 5 de enero de 2014

Si, pero no. El 2013 dejó un incremento del 50% de víctimas mortales en las carreteras Cántabras


En Cantabria fallecieon a lo largo del año 2013 quince personas en sinestros de tráfico, esta cifra supone un incremento del 50% con relación a las 10 personas fallecidas a lo largo del año 2.012.
La última víctima mortal de 2013 en nuestra Comunidad fue un vecino de Castro Urdiales que falleció el pasado 30 de diciembre al chocar su vehículo contra una torre metálica de electricidad.

Si bien estos datos en Comunidades pequeñas como la nuestra están sujetos a una mayor variación estadística es importante no bajar la guardia y seguir trabajando por alcanzar las cero víctimas, tal y como señala el Jefe Provincial de Tráfico Serafín Sánchez Fernández en la valoración del año 2013. Afortunadamente gracias al trabajo desarrollado por muchas personas en nuestro país, a nivel nacional se ha producido un descenso en las víctimas mortales de un 13,3%. 

Hay que tener siempre presente como nos informa la DGT en su página oficial que los datos ofrecidos corresponden a : “Accidentes mortales que tienen lugar en las vías interurbanas y no se incluyen, por tanto, los de la zona urbana ni aquellos que tienen como resultado exclusivamente heridos” y que “Se consideran víctimas mortales las personas que, a consecuencia del accidente, fallecen dentro de las 24 horas siguientes al accidente.”  Por tanto el balance real de la siniestralidad habrá que hacerle cuando se incorporen por una  los datos de las víctimas fallecidas en casco urbano y por otro aquellas que hayan fallecido transcurridas 24 horas desde el momento en el que se produjo el siniestro. 

También deberíamos empezar a tener en cuenta en los datos ofrecidos a la víctimas que sufren lesiones graves y muy graves.  

Con relación a los accidentes ocurridos en nuestras vías resulta increíble que 4 de las 15 víctimas no llevasen puesto el cinturón de seguridad. Está claro que habrá que seguir trabajando. Adjuntamos enlace a un viejo anuncio para fomentar el uso del cinturón de seguridad con la ilusión de que nos anime a recordar que es importante llevarle para limitar las consecuencias de los accidentes y no para evitar una multa.

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